Tradicionalmente, en un entorno on-premise, armar una aplicación empresarial implicaba la construcción de tres piezas: el almacén de datos, el servidor y el cliente. Entre el hardware, el software y la infraestructura asociada a la aplicación en las instalaciones antes mencionado, había cientos de miles de dólares en gastos de capital inicial. El equipo del proyecto se vía obligado a justificar su proyecto y su trabajo para la alta dirección. CIOs y Directores Financieros se veían obligados a colocar esa apuesta inicial sin saber si la aplicación tendría éxito o no.
A medida que un negocio crece, los requerimientos del negocio cambian, el hardware y el software original comprados para una aplicación empresarial en las instalaciones no cumpliría los requerimientos de la demanda actual. Y así, los equipos de proyectos se ven obligados a justificar periódicamente aumentos en el gasto de capital. El proceso de explicar la existencia de uno de estos requerimientos, iniciaría nuevamente por el departamento de TI, los CIOs y CFO, lo cual tomaría meses en aprobarse.
Werner Vogels comenta: los desarrolladores no se meten en el campo del software para seguir pensando en la infraestructura. Los desarrolladores tienen una pasión para crear aplicaciones que sean útiles y que satisfacen las necesidades del usuario. La mayoría de los directores de TI no se meten en sus campos a seguir diciendo “no” a los desarrolladores o para crear y participar en la burocracia de TI.
De acuerdo con Cisco: “Los departamentos de TI estiman que sus empresas están utilizando un promedio de 51 servicios en la nube, cuando la realidad es que se están utilizando 730 servicios en la nube. Y este reto sólo va a crecer. Hace un año, el múltiplo era siete veces, hace seis meses fue 10 veces, hoy es 15 veces y dado el crecimiento exponencial de la nube predecimos que para finales de este año será 20 veces o más de 1.000 externa servicios en la nube por empresa”.
[…] La mayor parte de la sombra de TI que Cisco descubrió incluía servicios de cómputo como infraestructura-como-servicio (Iaas) de Amazon Web Services y Google, así como múltiples servicios de almacenamiento y proveedores de servicios de respaldo. En el Software-como-Servicio (Saas) existen aplicaciones de marketing y ventas como Salesforce.com.
En un entorno de nube como el de Amazon, uno o dos desarrolladores que trabajan desde cualquier lugar, fuera de su cocina o un garaje, puede construir y desplegar una aplicación que será útil a millones en cuestión de días. Su único costo inicial es su tiempo y esfuerzo. Su infraestructura sólo les cuesta por unidad de utilización. Si su idea tiene éxito y se hace rentable, pueden escalar su aplicación. Como nuevos servicios y tecnologías estén disponibles, los desarrolladores pueden utilizarlos para reducir costos, para ofrecer un mejor rendimiento y funcionalidad más valiosa. Si su idea fracasa, pueden apagarlo y dejar de pagar por los recursos.
Un gran poder con lleva una gran responsabilidad. Aunque la necesidad de un departamento de TI dedicado desaparece, la necesidad de capacitar y monitorear adecuadamente a los desarrolladores se vuelve más importante. En un entorno on-premise, el departamento de TI actúa como guardián en el uso y evolución de la infraestructura de TI. La nube requiere una nueva forma de pensar.
Andrew Froehlich indica:
No obstante que en última instancia se decida manejar la situación, saber que la probabilidad de que la sombra de TI puede ser completamente erradicada de las organizaciones empresariales es extremadamente delgada. Más bien, la meta para los CIOs y los departamentos de TI debe ser reducir significativamente la necesidad de los empleados para eludir TI con el fin de cumplir con sus obligaciones laborales.
La computación en nube democratiza la productividad de los desarrolladores y usuarios finales a expensas de la transparencia y el control de TI. Desde que los desarrolladores y los usuarios son capaces de provisionar y utilizar los recursos según sea necesario, es fácil que los costos se salgan de control debido a la estructura general y seguridad. En lugar de entrar en el camino de la productividad, los departamentos de TI deben evolucionar de ser guardianes a facilitadores.
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